viernes, 26 de noviembre de 2010

El Camino de Santiago. Dia 4. O Cebreiro - Triacastela

Es increíble como recupera el cuerpo.  Apenas unas agujetas en los tibiares y poco más eran las secuelas de la super-etapa, al despertarme.  Me unté de rodillas para abajo de Radio-salil, para rematar ese dolorcillo ¿Dije antes que es un gran invento?.  Tengo que escribirles a ver si me sponsorizan el próximo camino.  Con que me den media docena de tubos, todo eso que ahorro.
Al salir del albergue, orballa, pero no hace frío.


Imprescindible antes de empezar la jornada pateril, un buen desayuno.  Coincidí con los isleños, que me invitaron, que majos.


O Cebreiro es un pueblo realmente muy bonito.


Con una parroquia cerrada, como casi todas las del Camino. Al menos a la hora de partida de los peregrinos...


El día empezó a clarear en serio cuando salimos de desayunar.


Enfilamos el camino de bajada.  Dicen que las bajadas son tan jodidas como las subidas.  Si piensas eso, dame tus bajadas y quédate mis subidas.


El paisaje es espectacular.  El viento en la cara, música.


Teníamos que llegar a un pueblito que ni se ve, desde aqui.  Pirate Ships, de The Cure colabora en la primera catársis del dia.  En esos momentos me sentí enormemente afortunado de poder estar viviendo ese momento.


Tardé poco en quedarme atrás, por mis paraditas para capturar paisajes.  Mejor.  Así podia ir a mi ritmillo.  Me encontré a estas dos malagueñas (de Málaga, en el Desafío LPP les llamábamos malagueños a los negros) que no estaban demasiado entusiasmadas con la experiencia.  Venían de Roncesvalles, si no recuerdo mal.  Una vez y nunca más.  Bueno, tiene que haber de todo en un jardín...


Aproveché para pedirles que me sacaran en una foto.  Muchas gracias, majas.  Espero que cambiéis de opinión y nos volvamos a ver por terras galegas...


Al llegar al alto de San Roque tuve que sacar de la mochila la braga, el gorro polar y los guantes buenos, del pelete que hacía...


La etapa está fatal de bares.  Vi solo uno en Hospital y estaba cerrado.  Después de dos horas de caminar, ya tocaba un avituallamiento.


Paré en medio del camino a refrescar los pies, que me empezaban a arder.   Si hay un Nobel para las cosas bien paridas, al que diseñó la fórmula del Eudermin habría que darle uno, al menos...
 Tanto dolor como en la etapa anterior no iba a tener.  Y si aguanté hasta O Cebreiro, ese día iba a aguantar hasta Triacastela.  Salvo roturas, claro.  Toqué madera.  Tengo un buen cacho encima del cuello.


Carlos Ann cuenta como nadie los desamores y las historias de perdedores...
En el Alto del Poio esperaba encontrarme con los Isleños pero no los vi en el bar donde estaban y me metí en el otro.  Cola, bocata de tortilla gallega, chorizo casero y chupito de orujo de hierbas, más casero aún que el chorizo, 5,70 €.
Al salir del avituallamiento, el viento soplaba con más fuerza aún y trajo una intensa lluvia.  Bendito dinero invertido en el equipo.  El Sr. Qechua irá en Ferrari, pero a mi no me llegaóuna gota de agua al cuerpo.
Al principio, la lluvia en la cara te vivifica.  El viento en el rostro te trae recuerdos lejanos.  Al cabo de media hora, el puto viento se podría meter sus recuerdos en el culo y esa puta mierda húmeda que mean las nubes ya no sólo cansa si no que toca bastante los cojones.  Y hace que el suelo resbale. El bucolismo fué sustituido por la pregunta; ¿Quien carallo me mandaba a mi meterme en este desastre meteorológico?.  Al final, como con todo, te acostumbras y aprendes a ignorar la parte adversa del día para concentrarte en la bonita.
Erland and the Carnival, con sus toques fronterizos, fué otra grata sorpresa.  Me quedo cuatro cortes.  Y otro disco a la lista de la compra.  El sr.Importcds se debe estar frotando las manos para cuando le haga el pedido del Camino.
Me agrupé con Aleixandre, brasileño, Chete, coruño y Jorge, de Madrid, que están haciendo La ruta del vino.  Bar que ven, vinito de la casa.  Cultura enológica, vamos.


Jorge y Aleixandre viven en Praga y son pilotos de una low-cost del este.  Anotado: Ir a Praga.  Tengo cama asegurada.  Estuve una vez, una hora, sin salir del aeropuerto cuando fuí con Pacocho al UPO de Budapest.  Intenté clasificarme para el de Praga, pero no hubo suerte. Nenos, mandadme vuestro mail, plis, que lo perdí con la libretita pequeña.
Paramos en Casa Quiroga, donde nos atendieron estupendamente.  Setas, Jamón serrano, tortilla, pimientos, bebidas y chupitos, 32,50 €, a 8 por barba.


El mejor amigo del perro, que no lo deja solo ni para hacer el Camino.  De ambos me hice buen colega, sobre todo de Lucas, el del jersey a topos...


Se puso a llover lo que los isleños llaman caer gitanos con navajas.  Quedaban 7 kms aún, por delante.  Pero llevábamos gasolina suficiente.


La última bajadita es matadora.  Los fuí entreteniendo con la excusa de las fotos, para poder seguir su ritmo.


En este bar NO nos paramos.


Una de mis fotos favoritas de todo el viaje.


A 1 km...


Los dos últimos kilómetros fueron mortíferos.  Pero la visión del pueblo cada vez más cerca hace que puedas ignorar mejor el dolor de los pies.


El albergue está estupendo y el hospitalero (también) es un tipo muy agradable. Cuando terminé de ducharme y de poner una secadora (5+2 €), llegan los Isleños que se entretuvieron auxiliando a un tipo que se salió de la carretera y se metió 50 metros adentro de una leira.  Se había pasado toda la noche allí.  Yo, cuando pasé por ahi, sólo vi a la Guardia Civil y, si estan ellos, yo no pintaba nada.
En la Cantina Moura hacen la fiesta de despedida de la temporada.  Nos apuntamos los ocho.  Ahí hicimos el conocido como Camino de las estrellas.  Dos cajas de quintos de la famosa marca galega de cervezas, entre todos, en un abrir y cerrar de ojos.  4,50 € por barba.  En la foto, no se por que, faltan los de La ruta del vino.
Conversación pillada al vuelo:
- tiene un culo bonito, pero es feota de cara (al respecto de una moza que estaba en la barra)
- Pero... ¿tu las miras a la cara cuando te las zumbas? ¡que pervertido!


Las mozas regentes de la Cantina tenían preparado un selservis que valió como media cena.
Tenía los gemelos duros como rocas.  Lo comento y obtengo como respuesta:
- ¿Quieres ver lo que tengo duro como una roca?
No, mejor, no...
Me dí cuenta de lo que engancha el Camino.  Llevaba tres días, estaba roto por todas partes y ya estaba pensando cuando y cual haré la próxima vez.  Probablemente El camino de invierno.  En invierno, claro.  Ya veremos.


La mayoría de ellos son madridistas de pro, así que no tenían demasiado interés en ver el Barça - Villarreal.  Me fuí al bar Hernández, el gilipollas, a ver si lo daban.
A la media parte, cierro, que aqui somos del Madrit.  Bueno, hombre, bueno...  Por suerte, hay mas sitios en Triacastela con pantalla de tele y pude ver el partidazo y picar algo, 6 €.
A la vuelta al albergue me sorpendió un tremendo chaparrón que me caló pies y piernas (llevaba ropita normal de calle y las newfeel).  Con los saltitos esquivando charcos, perdí los auriculares.  Por suerte, mis compañeros de habitación no roncaban demasiado o yo me dormí enseguida, con lo que volví a dormir plácidamente una noche más.

Total gasto del día:  31 € aprox., céntimo arriba, céntimo abajo.

Para descargar todas las fotos del día (48), sólo hay que pinchar el siguiente enlace.

4 comentarios:

Syrah dijo...

Uno de las etapas más bonitas, sin duda. Preciosa la bajada a Triacastela y muy dura la ascensión al Alto de Poio. Menos mal que se está ya a mucha altura y son apenas 250 metros (creo recordar). Pero que rampas, macho.

En Casa Quiroga me zampé el mejor bocata de lomo con queso que recuerdan mis mandíbulas; y con su orujo, como mandan los cánones.

Saludos

Albert Tortajada dijo...

Etapa preciosa, efectivamente.

Y la ascensión al Alto de Poio, la puta subida... Ahi está tomada la foto sentado a la vera del camino con los pies ventilando para que les bajara la temperatura...

todavia dijo...

La estatua del peregrino y tu son igualitos. Caray, que camino el de esta etapa! lastima que haya que caminar tanto para poder verlo.

Tengo una duda: Las malagueñas hicieron El Camino en Bici? porque si yo un dia tuviera la oportunidad tendria que aceptar que caminar no es para mi, pero hacer la misma jornada en Bici me encantaria.

Me encanto la parte de la brisa en el rostro que te trae recuerdos XD

Albert Tortajada dijo...

al final, yo creo que todos los peregrinos terminan haciendo la misma cara de peregrino... :)

Se puede hacer en bicicleta o a caballo. En bicicleta corres el riesgo de correr mas de la cuenta y no disfrutar suficiente del paisaje...

El viento siempre transporta recuerdos. Y besos. Y deseos...